El planteamiento de la Mesa de Cultura y Patrimonio es reflexionar sobre qué es lo que tenemos que seguir potenciando en materia de cultura y patrimonio en el futuro plan de la ciudad, con la mirada puesta en que Madrid siga siendo un hub cultural.
En este sentido, el objetivo de la Mesa de Cultura y Patrimonio es animar a la reflexión y debate más humanista, que suele dejarse de lado en las cuestiones técnicas urbanas, y realizar propuestas en torno a tres ejes principales:
- Relatos y visiones sobre Madrid, estados de ánimo y prácticas.
- Sistemas culturales abiertos y adaptables y normativa flexible.
- Patrimonio arquitectónico vivo y dinámico.
La mesa reúne a un conjunto diverso y rico de perfiles profesionales de la sociedad civil y de las tres administraciones públicas con el fin de abordar la riqueza, complejidad y oportunidades de la cuestión en un diálogo desde una mirada amplia e integradora. Está compuesta por arquitectos, historiadores, técnicos de archivos, bibliotecas y museos, representantes del mundo editorial, artistas, profesionales del cine, gestores culturales, periodistas, funcionarios de la Administración local, autonómica y estatal, así como representantes del ámbito académico y empresarial. Pues como señala el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, en la inauguración y constitución de esta mesa de trabajo, la cultura y el patrimonio es lo que cose y lo que va configurando las ciudades.
La creación cultural del siglo XXI es cada vez más híbrida, traspasa y desborda los “contenedores” culturales estancos que conocemos y hace aflorar nuevas expresiones que la ciudad debe explorar y experimentar. Por su parte, las relaciones sociales y el mundo digital han revolucionado las formas en que habitamos y construimos los procesos culturales. De ahí la necesidad de construir, de la mano de todos los tejidos e instituciones culturales, los relatos e imaginarios de ciudad a largo plazo.
Por ello, el futuro plan estratégico municipal tiene vocación de pensar Madrid como una infraestructura física conectada estrechamente con la infraestructura social y cultural, poniendo en valor la relación de interdependencia entre ellas. También de repensar el concepto de “equipamiento”, sus usos y funciones, abriéndose a otras formas de habitar la cultura en relación con la ciudad.
