Sueña Madrid. Estrategia Urbana 360

Plan general de Ordenación Urbana 97

El Plan General de Ordenación Urbana de 1997 (PGOUM)

El vigente Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM 1997) cumple ya 28 años. Fue redactado por un numeroso equipo técnico municipal, dirigido por Luis Rodríguez-Avial, que realizó una revisión del Plan de 1995, poniéndose en funcionamiento de manera oficial con su aprobación en 1997.

En la actualidad la Oficina del Nuevo Plan General está en un proceso de revisión del sistema de ordenación urbanística para finalmente desembocar en un instrumento que defina el nuevo modelo de la ciudad para los próximos años.

El plan del 97 articuló una serie de propuestas principales para el desarrollo de Madrid:

  1. Asunción de los desarrollos residenciales previos, los Programas de Actuación Urbanística (los PAUs).
  2. Encaje de la gran ciudad aeroportuaria de Barajas.
  3. Nuevo espacio verde, la casa de campo del Este (Valdebebas).
  4. Área de centralidad del Este (zona de Canillejas).
  5. Prolongación de la Castellana, conocida como “Operación Chamartín”.
  6. Eje urbano del sur, a modo de Paseo de la Castellana del Sur.
  7. Operación Campamento.
  8. Recuperación del Centro del Sur (Méndez Álvaro), como estrategia de potenciación de nuevas centralidades.
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¿Cómo ha sido la evolución urbana de Madrid?

Como todas las ciudades del mundo, Madrid ha transitado un proceso de crecimiento y transformación a lo largo de los años.

Ésta es la historia de su planeamiento urbano hasta el vigente Plan del 97:

La Medina musulmana

En su origen Madrid fue un asentamiento árabe denominado Mayrit, allá por el año 850.

Mayrit estaba situada en lo alto de una colina, debido a su papel estratégico, y muy cerca de un río. Tenía dos áreas urbanas muy diferenciadas: por un lado, la fortaleza y el barrio noble.

Por otro, la medina, formada por los dos barrios residenciales que entonces tenía la ciudad: uno poblado por musulmanes y otro por cristianos. La muralla era un recinto defensivo del alcázar de la ciudad o “medina” y de la ciudadela militar o “almudayna”.

Plano de Madrid hacia el siglo X. La zona naranja es la ciudadela-almudaina, la cruda es el barrio musulmán y la verde el barrio mozárabe.
Arrabales de Madrid

La muralla cristiana de Madrid

Con una longitud de 2.200 metros y unas 140 torres, la muralla cristiana se construyó para dar cabida a los nuevos barrios que surgieron tras la Reconquista, una vez que la villa pasó a la Corona de Castilla.

Desde muy temprano existía una población extramuros que fue creciendo de forma considerable y progresiva durante los siglos XIII, XIV y XV, configurándose así el llamado “arrabal”.

La fisionomía de este arrabal era de carácter desigual y disperso, aglutinado por las iglesias extramuros de San Martín, San Ginés y Santa Cruz.

Madrid, capital del Reino

En 1561 Felipe II decidió localizar la capital del reino en Madrid, una villa que entonces apenas tenía 15.000 habitantes.

Desde que se convirtió en la sede de la corte, esta pequeña ciudad comenzó a crecer de forma exponencial. Florecieron nuevos establecimientos, como conventos y hospitales, que se situaron en los espacios limítrofes del arrabal y en el exterior de la ciudad.

Ante este crecimiento, Felipe II ordenó en 1566 construir una nueva cerca para el control fiscal y sanitario, que englobaba a estos barrios o pueblas y daba lugar a las nuevas puertas, como la Puerta del Sol o la Puerta de Atocha. La nueva cerca tenía 8 puertas y postigos de acceso y abarcaba una superficie de 125 hectáreas.

Plano de Madrid de Pedro Teixeira (1656)
Plano de la cerca de Felipe IV, con puertas y portillos, publicado en 1847 en el Semanario Pintoresco Español

Real Cerca de Felipe IV

Las anteriores cercas, del Arrabal y de Felipe II, fueron superadas por el crecimiento de la población, que llegó a triplicarse en el S. XVII.

De este modo, fue necesario ampliar los límites de Madrid y construir una nueva cerca para sustituir a las anteriores.

La nueva cerca, llamada de Felipe IV o Real Cerca de Felipe IV, rodeó la ciudad de Madrid entre 1625 y 1868 y con su construcción se buscaba controlar el acceso de mercancía, asegurar el cobro de impuestos y vigilar quién entraba y salía de la ciudad. Su mayor inconveniente fue que impidió el crecimiento de la ciudad, hacinando a su población durante más de 200 años.

La ciudad-capital de la monarquía ilustrada

La actividad desplegada por los monarcas que sucedieron en el trono a la Casa de Austria fue extraordinaria.

Los cambios y actuaciones urbanísticas se suceden con rapidez. Las más notables comienzan con el monumental Puente de Toledo, que resolvió el paso del Manzanares por el sur de la ciudad. También se ordenó el paseo de La Florida, conocido como paseo de la Virgen del Puerto, que unía el Puente de Segovia con el camino de El Pardo. El incendio de El Alcázar y la insistencia del monarca Felipe V por ocupar el mismo solar con el Nuevo Palacio, obligó a definir el entorno como zona noble.

Madrid tenía un cinturón arbolado que incluía el Buen Retiro, el Paseo de los Olmos, Paseo de los Pontones, Paseo de las Acacias, el Canal del Manzanares, etc.

El Ensanche de Castro

El Ensanche de Castro

Hacia 1860 se produjo el primer crecimiento significativo de Madrid, cuando la burguesía consiguió demoler la cerca de Felipe IV, gracias al “Plan Castro”.

Carlos María de Castro fue uno de los urbanistas promotores de acomodar el crecimiento ordenado de la ciudad en una separación de barrios, con la realización de los Ensanches.

Con la ejecución del Plan Castro se delimitó el primer cinturón de circunvalación de la ciudad, denominado también M-10, encerrando la zona que a día de hoy se considera el casco histórico de Madrid.

Fuera de este límite se produjo un rápido desarrollo de arrabales y un desarrollo desigual e irregular del ensanche, a finales del S. XIX. Crecieron los barrios de Tetuán, Prosperidad o Guindalera, entre otros, y se desarrollaron velozmente nuevas instalaciones ferroviarias e industriales entre el casco histórico y el río Manzanares.

Los Planes Generales de Expansión y el Plan Besteiro (1933)

El crecimiento de la ciudad fue constante y progresivo durante el s. XX. Madrid se estaba convirtiendo en una metrópolis que desbordaba los límites del Ensanche planificado por el ingeniero Carlos María de Castro, lo que planteaba la necesidad de llevar a cabo una planificación global de la ciudad.

Entre 1923 y 1926 se formulan los “Planes Generales de Expansión”, ante los problemas de crecimiento de una periferia incontrolada por el desarrollo constructivo y el aumento demográfico.

En 1933 se aprueba el Plan de Extensión para el municipio de Madrid, conocido como Plan Besteiro, que contemplaba la anexión de los municipios aledaños, a la vez que se apostaba por un nuevo eje de expansión de la ciudad en la Castellana. Sin embargo, este Plan queda interrumpido por la Guerra Civil.

 

El Plan Bigador (1946)

La reconstrucción marcó los primeros años 40 en Madrid, pues buena parte del caserío urbano de la capital, al igual que municipios enteros, quedó destruida o deteriorada por los efectos de la Guerra.

No será hasta 1946 cuando se apruebe el Plan General de Ordenación de Madrid, denominado Plan Bigador en honor al urbanista Pedro Bigador Lasarte, momento en que se anexionan a Madrid algunos de los municipios que la rodean. En él se contemplaban la cuestión del gran eje norte-sur, los anillos verdes, los Nuevos Ministerios o la anexión de los municipios periféricos.

Plan Bigador 1941

El Madrid del desarrollismo

Un nuevo empuje migratorio hacia la capital hizo que, en 1960, Madrid sobrepasara los dos millones de habitantes. Un crecimiento que se extendió al conjunto de la provincia, sobre todo en su corona metropolitana.

Hacia 1961 la superficie urbanizada era de 10.465 ha., y presentaba varios “Madrid”: uno de carácter residencial situado al norte, de viviendas de lujo; otro de calidad constructora y urbanística aceptable dirigido a las clases medias, como los barrios del Pilar y de la Concepción y Moratalaz.

A la vez, la expansión urbana dio lugar a la formación de una nueva periferia de barriadas estatales, edificaciones privadas destinadas a las clases trabajadoras, poblados dirigidos y aglomeraciones de chabolas, caso del Pozo del Tío Raimundo, Palomeras, la Alegría, la Celsa, la China.

 

El Plan General de Ordenación del Área Metropolitana de 1963

El Plan General de Ordenación del Área Metropolitana redactado en 1961 y aprobado finalmente en 1963 trató de adecuarse a la nueva realidad surgida del crecimiento caótico provocado por la especulación.

Este Plan creó el Área Metropolitana de Madrid, a la que se incorporaron 23 municipios y con él se establecieron dos grandes áreas: una de descentralización industrial situada en el sur y este, y otra residencial y de esparcimiento localizada en el noroeste.

En los 20 años que transcurrieron entre la aprobación del Plan y 1983, año en el que nació la Comunidad Autónoma de Madrid con la aprobación de su Estatuto de Autonomía, Madrid se configuró como una región metropolitana articulada en torno a la capital.

Plan de 1985

El Plan General de Ordenación Urbana de 1985

El Ayuntamiento de Madrid decide revisar el Plan de Ordenación y crea la Oficina Municipal del Plan para elaborar un nuevo Plan de Urbanismo para Madrid. Los nuevos proyectos plantean dos grandes objetivos: ordenar y equipar la ciudad.

El nuevo Plan General de Ordenación Urbana de 1985 se centra en mejorar las infraestructuras del transporte, fomentar el transporte colectivo y adaptar el sistema de transportes al marco de actuación de la Comisión de la Unión Europea; apoyo a las políticas de vivienda; protección del patrimonio histórico-artístico; política medioambiental y soluciones a los problemas de congestión y contaminación.

Este Plan de 1985 fue revisado en 1995 y reemplazado por el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM), aprobado en 1997.

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